lunes, 20 de junio de 2016

One Punch Man. [Intento de Análisis]

¡HÉROE!, pero no quiero voces elogiándome o una ovación.

Dudaba si hacer o no una reseña de el tan aclamado One Punch Man, principalmente porque fue el hitazo de 2015 y... ya todos lo habían visto. Supongo que todos ya habéis visto One Punch Man; y en caso de no haberlo hecho... pues no es que vaya a spoilear nada relevante, pero creo que esto se entenderá mejor una vez visto el anime.

He visto varias reseñas de One Punch Man, la mayoría se enfoca en la acción, en lo raros que son los enemigos o en el poder del pelón Saitama; pero muy pocos se han enfocado en lo que refleja la serie realmente y lo que quiere decir. Y quisiera intentar mostrar lo que dice la serie y tomarme la libertad de hacer una labor hermeneútica (o sea interpretar :P). He de decir, primeramente, que One Punch Man es una crítica humorística del manga-anime y los héroes que los protagonizan, es una especie de deconstrucción satírica.

Me encanta su diseño.

Comencemos por el protagonista, quien es el personaje que rompe con todo los esquemas. Saitama es un protagonista que difiere visual y mentalmente del protagonista clásico de manga-anime (Sí diré "manga-anime" un chinguísimo de veces). Comencemos por la apariencia cliché del protagonista: por lo regular el protagonista de anime-manga es un personaje de cabello espectacular, parece que todos pasan con el estilista a diario para que les haga el peinado, a veces incluso tienen un estilo irreal; además, el protagonista viste siempre de una una manera extremadamente bizarra (en sentido anglosajón y español de la palabra), y siempre es el mismo traje, rara vez le vemos con otra indumentaria.

Protagonistas de manga-anime.

Saitama rompe con la imagen del héroe tradicional, lo cual marca el primer distanciamiento. Saitama es un personaje minimalista: no viste de forma exagerada, es calvo, y su traje de héroe es súper simple. Además, se mueve como una persona normal, golpea como una persona normal; es más, cuando caé en el cliché de nombrar su ataque especial dice: "Golpes Normales Consecutivos". 


Golpes normales consecutivos.

Por otra parte, el protagonista de anime suele ser un personaje acomplejado. Suele tener unas telarañas mentales terribles, suelen reflexionarlo putamente todo en un vacío de tiempo y espacio. El protagonista reflexiona todo el tiempo: no importa que se encuentre peleando, siempre hay un momento en el que puede reflexionar exactamente el procedimiento a seguir o cualquier otra wea. De hecho, algunos héroes son representaciones de protagonistas de distintos manga-animes, esa tarea se las dejo a ustedes.

Ok.

Saitama es la otra cara de la moneda, es un personaje siempre estable, nunca le vemos reflexionar o hacerse bolas con los típicos problemas existenciales que enfrenta el protagonista del manga-anime. Saitama es tan estúpidamente fuerte que nadie puede hacerle frente, todas sus batallas terminan con un sólo golpe, eso le deprime muchísimo. ¿Alguna vez probaron a poner el "Modo Dios" en un videojuego como Doom? Al principio es divertidísimo, uno se siente invencible y eso es súper cool; pero poco a poco uno experimenta aburrimiento, desaparece el reto y todo se vuelve monótono, uno se siente vacío. Más bien, todos los problemas de Saitama son los de cualquier persona; por ejemplo, el saber administrar el poco dinero que tiene y aprovechar las ofertas del súper -Me encanta su monedero de ñora-.

Aquí vemos a Genos corriendo como típico protagonista de anime... 

Ahora pasemos a la relación de Saitama con Genos, el androide. Genos funge como contraste a Saitama dentro de la serie, es EL personaje de manga-anime que nos es tan familiar; tiene diálogos internos todo el tiempo, está acomplejado, tiene un pasado trágico y es todo un guapote -más o menos-. Genos ansía tener el poder de Saitama y por ello comienza a imitarle en todo, encuentra en Saitama toda una serie de simbolismos que no existen, cree que todo lo que su maestro hace tiene un significado especial y... pues no.

Aquí vemos a Genos correr como su sensei...

Aunque es poco, One Punch Man tiene algo qué decir. One Punch Man es una obra que habla sobre el heroísmo, el reconocimiento, los sueños, y el poder. One Punch Man muestra brillantemente que no importa lo que hagas, alguien siempre hará menos lo que has hecho. Al final debes decidir mandar a esa gente al carajo y seguir adelante, o dejarte hundir por lo que digan los otros, a veces las palabras pueden hacer más mella en nosotros que los golpes.

One Punch Man también nos muestra que no todos los actos heroicos nos traen rencompensas y reconocimiento, Saitama es un verdadero héroe porque no lo hace por el reconocimiento o la fama, lo hace porque quiere ser él mismo un héroe; e incluso está dispuesto a manchar su misma imagen para ayudar. Y claro, nos ha enseñado que si quieres alcanzar tus metas tienes que echarle un cerro de huevos, o lo que es lo mismo: correr diez kilómetros, hacer cien sentadillas, cien lagartijas y cien abdominales diariamente por tres años consecutivos.


Sobre los soliloquios alargados.

En conclusión, debo decir que este manga-anime tiene el éxito muy bien merecido; no es raro que haya sido sacado desde un webcomic con una dudosa calidad de dibujo y haya sido llevado a la pantalla chica con nada menos que el estudio Mad-House -One Punch Man está genialmente animado, sus escenas de acción son de rechupete-. Aunque One Punch Man se disfruta bastante sin ser otaco, pues tiene muchísimos momentos que genuinamente son graciosos y no son un chiste local; este anime se disfruta mucho más con unos animes encima. ¿Es One Punch Man LA obra de 2015? Por presentar algo nuevo, por la forma en la que satirizan el propio género manga-anime, por ser tan inspiradora y tener algo que decir entre tanto humor; me atrevo a decir que sí. ¡Hasta otra grumetes!





No hay comentarios:

Publicar un comentario