viernes, 29 de enero de 2016

La Biografía (No Autorizada) de Hegel

La mirada de Hegel rompía corazones y reventaba las bragas a finales
del siglo XVIII.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel, o Jorge Guillermo Federico Hegel si quereís llamarle en castellano, fue uno de los filósofos más importantes del llamado Idealismo Alemán. Hegel tiene la propiedad de ser como el hígado de res, puede cagarte la madre y hacerte desear que nunca en la maldita vida vuelvas a toparte con él o puedes amarlo con locura; bueno, sólo si eres filósofo, a los demás Hegel les vale un costal de la más refinada poronga. Es conocido por la creación de una de las teorías más pachecas que se hayan creado en toda la puta historia, y además por ser el archienemigo -declarado- de Schopenhauer.

Hegel nace el 27 de agosto 1770 en el ducado de Württemberga, Stuttgart (Sí, el mismo lugar donde se fundó Porsche). Hijo del Rentkammersekretär Georg Ludwig, que así en alemán se escucha muy cabrón, pero en realidad el señor Jorge Ludovico era Secretario de la Oficina de Ingresos del Duque de Württenberga. La madre, cuyo nombre era María Magdalena Louisa, era hija de un abogado de la alta corte de Wüttemberga; y bueno, la mujer sólo tenía su nombre porque para que la identifiquen como la hija de fulano es que debe ser alguien súper "meh", tanto que se muere al principio de esta historia.

Hegel de joven... la verdad se veía bastante puteado para estar joven.

Cuando Hegelcito tiene 13 años (por ahí del 1783) su madre contrae la fiebre biliosa y muere. Aunque Hegelcito y su padre también contraen la enfermedad alcanzan a sobrevivir gracias al Absoluto -creo-. A los seis añitos entra al Gymnasium Illustre de Stuttgart -Un tipo de escuela con alto énfasis en aprendizaje académico-. En su adolescencia Hegel leyó libros a madres, que bueno, en el siglo XVIII no había mucho qué hacer, era eso o matarse a pajas; yo haría lo segundo.


Éste NO es Hegel; pero, ¿a poco no se parece? sólo que con ojos de pacheco
y pelos de panochita.

A los dieciocho Hegel se inscribe a YouTübinger Stift, una sala de residencia y aprendizaje donde sería roomie de dos figuras muy importantes en su vida: Friedrich Hotlineblïng y Friedrich Wilhelm Joseph Schilling -conocido por su versión alemana de Major Tom-. Mucho tiempo vivirían tocando en restaurantes, conocidos como Die Friedrichs -algo así como Los Panchos o Los Tres Ases-. Los tres se juntaron porque estaban contra el sistema de la Stift -¿Entonces por qué cojones se inscribieron? me imagino que daban galletitas.-... bueno la verdad es que los tres eran tan tetos que se juntaron porque se llamaban "Federico", 'ches ridículos.


Si lo pones al revés dice "viva el idealismo trascendental y
que chingue su madre el América".


Cierto día Hotlineblïng salió a recitar poemas para ganar el pan de cada día y olvidó en la mesita de la sala su paquetito de estupefacientes que -según él- le "elevaban a otros mundos". Schelling y Hegel miraron el extraño paquete y se vieron a los ojos: sabían lo que tenían que hacer. Desde ese día nada fue lo mismo para los Friedrichs, pues Schelling y Hegel no paraban de hablar de una madre que se llamaba "El absoluto". Para representar la dialéctica hacían el "trenecito" donde Hotlineblïng y Schelling se turnaban para ser tesis y antítesis, mientras que Hegel siempre quería ser la síntesis (goloso).


Más o menos así le hacían los tres Friedrichs, sólo que encuerados.

Sin embargo, todo lo que empieza debe terminar y el seminario llegó a su fin. El club de los Friedrichs tuvo que separarse. En la fiesta de graduación, después de unas Vickys salieron al jardín y chocaron sus chorritos de pis al tiempo que prometían volver a verse para chocar de nuevo las pises [SPOILER ALERT: la promesa valió pa' pura picha de mantarraya  y nunca volvieron a verse]. Con el título de teología en mano, Hegel trabajó un tiempo como educador en casas de ricos -donde espero que no les haya enseñado a hacer dialéctica a los pobres niños-.


Jugadores celebrando al modo hegeliano.

Ya para 1801 Hegel, por consejo de Schelling- se mueve a Jena (nada tiene que ver con los tatuajes pedorros que vosotros os hacéis en Acapulco). En la Universidad de Jena consigue un trabajo como mairo sin paga. No pasaron muchos años para que Hegel le lamiera las pelotas a Schelling y publica su primer libro La Diferencia Entre los Sistemas Filosóficos de Schelling y Fichte, donde afirma que un sistema estaba bien vergas y el otro muy pendejo, su gran argumento fue "Ay, porque Schelling es mi amigui, y Fichte es puto y tiene ojos de masturbado". A pesar de lo bomba que se la pasaba en Jena, el hecho de ser un maestro sin paga era una joda terrible -los filósofos no vivimos del aire, aunque no lo crean- y se veía presionado por terminar su obra más importante: Fenomenononología del Espíritu Chocarrero (Phänomenologie des Blithe Geistes).

Al tiempo que este hombre daba los últimos toques a la obra mencionada, a Napoleón se le ocurrió que quería ponerle en la madre a la ciudad de Jena. Un día antes de que se librara la batalla a Napoleón le dieron ganas de dar un paseito. Hegel salió de su casa porque quería comprar un café, dos cigarros y un "gansito" en el Oxxo; sin embargo, al darse la vuelta justo después de cerrar con llave su casa se encontró de frente con Napoleón, y en el siguiente fragmento describe lo que sintió en ese momento.

"Ví al cabrón -un alma del mundo- montado en su troca con su plebada,
por la ciudad en una misión de reconocimiento.
fue en verdad una sensación orgasmeante ver a tal machote,
que, montado en un caballo, domina el pedo y está a las vergas.
Es imposible no pajearse pensando en él."

La guerra hizo mierda la ciudad y muchos estudiantes se fueron cagando leches, lo cual dejó al pobre Hegel sin estudiantes, y como no tenía salario más que lo que pagaban los alumnos, tuvo que abandonar Jena e irse a otro lado. Sin embargo, ocurre que Hegel no se metió a comolehago.org y se cochó a su casera sin usar condón y producto de ese cochaje nació su hijo ilegítimo, que llevaría el mismo nombre que su -verdadero- padre. Hegel se va a Bamberg, mientras que su amante e hijo ilegítimo se quedan en Jena.

Hegel mirando al espíritu chocarrero.

En 1811 Hegel se casa con una mujer llamada Marie Helena Susanna von Tucher y con ella tendría sus dos hijos -ahora sí- legítimos: Karl Friedrich e Immanuel Kant Thomas -Sin embargo, su hijo bastardo se agregaría a la familia Hegel puesto que su madre se muere-. El tres siempre tomaría una importancia medular en la vida de Hegel: los escalones de sus escaleras venían siempre en múltiplos de tres; cuando cochaba con su mujer, se la cochaba exactamente tres veces seguidas -a la mujer siempre se le veía contentilla-; en vez de pedir dos huevos en el desayuno, pedía tres; siempre cagaba a las 3, 6, 9 o 12; sus clases eran de tres horas, tres veces a la semana; y así con muchos otros detalles.

La tumba de Hegel, oops les spoileé -no sé cómo se escriba- el final.

Posteriormente, en 1818, Hegel acepta la cátedra de filosofía en la universidad de Berlín -a la muerte del puto de Fichte-; es en Berlín donde Hegel conoce a su rival, su enemigo de toda la vida: Schopenhauer.

Hegel en clase con sus alumnos, todos se quedaron dormidos
porque no entendieron ni madres.

Doce años después, habiendo derrotado a su enemigo de toda la vida, Hegel ascendió a rector (nada tiene que ver con rectos) en la universidad de Berlín; sin embargo, al año siguiente llega una epidemia de cólera a la ciudad y se lleva al pobre Hegel por comerse un pescadito a la veracruzana. Sus últimas palabras fueron "y él nunca me entendió", que no sé a quién se refiere con "él" porque en realidad nadie le pinche entendió nada. Su hijo bastardo murió en batalla peleando para el ejército del gran danés, y sus otros dos hijos dedicaron sus vidas a ciencias aburridas y pedorras, por lo que vivieron más.

Y pues así termina la vida del Hegel, una muestra de que puedes ser un nerdazo de la vida y aún así mojar la picha; no sé, pueden escribir cartas a sus crushes diciendo "vamos a hacer dialéctica mamacita" o "fundámonos en el devenir" como hizo Hegel, chicle y pega. Para los lugareños de Tepito -y otros- Hegel es una gran influencia filosófica, pues para ellos el devenir es algo que "viene siendo", y cuando te dicen "güerita le manejamos lo que viene siendo..." significa que aquello que venden se encuentra en el espíritu Hegeliano, la verdad es que esa gente de Tepito anda en otro pedo y son unos eruditos. ¡hasta otra Grumetes!

...Un momento ¿Las mantarrayas tienen picha? 

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Iba a poner el vídeo original pero no sé que cojones pasa que no aparece :P.

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