miércoles, 9 de marzo de 2016

Sobre la Responsabilidad Moral.

Hace algunos días Di Caprio recibió el Oscar, cosa que las redes sociales se encargaron de explotar hasta en la sopa, y en México se hizo viral un evento llamado "Si Di Caprio gana el Oscar, nos vamos al Ángel". La verdad es que muchas personas se lo tomaron a guasa y pues casi nadie fue -como el otrora evento "Peda en el Oxxo". Con todo y todo, hubo personas que salieron a decir que en 1995 Di Caprio dijo que prefería besar a un cerdo que una mexicana.  

"Podemos ir a mi casa a besar unos cerdos".

Hubo muchas quejas de chairos, puesto que nunca falta el amargado que sale con sus frasecitas de "Me dueles México" y "Por eso estamos como estamos", siendo que al Ángel sólo fueron no más de 1000 personas lo que ni a ostias alcanza el 1% de la población de la ahora llamada Ciudad de México; pero bueno, de esos mamadores me acabo de encargar en dos líneas. Quisiera centrarme en lo que -se supone- dijo Di Caprio hace más o menos 20 años.

El Hoax ha sucedido toda la vida.

Muchas veces hemos escuchado que matan a la gente en redes sociales (la verdad es que no me sentiré completo hasta que se difunda por twitter mi falsa muerte), ultimamente se dijo que Polo Polo había desaparecido, y... pues no; sin embargo, los llamados hoax -en español "bulo", noticia falsa-, siempre han sucedido: a veces sin quererlo, como en 1938, cuando Orson Welles narró La Guerra de los Mundos a modo de dramatización en el radio y hubo gente que se lo creyó a tal punto que hubo suicidios; otras veces para manchar la imagen de una persona, como sucedió con Di Caprio y Tommy Hilfiger -al que le inventaron que prefería tirar la ropa a los cerdos (qué fetiche con los cerdos) a que los asiáticos, negros, latinos, etc. usaran la ropa de su marca-; otras veces simplemente es un malentendido, como lo que sucedió cuando Robert Downey Jr. respondió a Iñárritu.


Antes he escrito un artículo sobre la fama y lo que ésta conllevaría en caso de yo ser famoso. Ser famoso, a mi consideración, es algo muy jodido; y lo es porque tendría uno que estar siempre a las vergas de lo que hace y lo que dice -en esta era moderna incluso hay que cuidarse sin ser famoso, porque si a uno lo graban haciendo una escenita, podría hacerse viral en redes sociales (qué oso)-. Si un famoso no da una declaración lo suficientemente concisa se le puede malinterpretar (y eso a la gente le encanta); si mete la pata, como hizo Mel Gibson con los judíos, se lo comen vivo. 

¿Tiene una responsabilidad añadida el ser famoso? ¿Por qué Justin Bieber no puede ir haciendo el gilipollas sin que en todos lados le hagan un escándalo? Digo, no es ni el primero ni el último que hace un graffiti y sale impune. Claro, el Justin tiene seguidores y es muy posible que sus faneses hagan las pendejadas que hace su ídolo ¿no? Es tan fácil culpar a un tipín por la falta de educación -o la estupidez- de sus seguidores; aquí aplica la típica frase "¿Y que? ¿Si tu ídolo se vuela los sesos con una escopeta tú vas a hacer lo mismo?



Hace falta que la sociedad deje de hacer tanto mame por lo que hacen o dicen los famosos, pues ellos como nosotros son personas. Sí, ya sé que es obvio, pero no parece, vemos a la gente famosa como personas que tienen que ser infalibles. Si nos hacemos llamar "de mente abierta", debemos de comenzar a tomar lo que dice y hace la gente famosa como lo que son, actos de un humano; todos cometemos errores, todos tenemos posturas erróneas, y todos podemos cambiar. No podemos condenar eternamente a los famosos por hacer pendejadas, porque también nosotros las hacemos. ¿O no dijo Yisus "Quien esté libre de pecado, que lanze el primer plomazo"? Se los dejo de tarea ¡Hasta otra grumetes!

Sin embargo... ¿Ocurre lo mismo con los políticos? jum... eso da para otro artículo.

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