jueves, 11 de febrero de 2016

Otro Día Sin Usar el Trinomio Cuadrado Perfecto

Like si recuerdas esta pendejada.

Debo de confesar que mi aptitud académica está por los suelos. A veces echo la mirada hacia atrás y me sorprendo ante el hecho de que voy a ser en poco tiempo un licenciado, la verdad es que por mi ligero déficit de atención y mi malograda composición física no esperaba pasar de la preparatoria. Miro hacia atrás y recuerdo cuando en segundo semestre quise tirar la toalla, de no ser por un par de manos que manos que se tendieron ante mí, nunca hubiese podido seguir adelante y actualmente sería un amargado estudiante de contaduría o -peor- derecho (OJO AL MANOJO: que no digo que todos los estudiantes de esas carreras sean amargados, es que eso no es para mí).

Sin embargo, quisiera concentrarme en la etapa pre-universitaria de mi educación, y estoy seguro de que también la educación de muchos. Mis padres siempre se han apegado a la idea de éxito como la superación económica; y, aunque es una parte importante, pues si se tienen dos dedos de frente uno sabe que no puede vivir del aire. Sin embargo, el anteponer el éxito económico antes del desarrollo de uno como persona me preocupa, y es lo que posiblemente nos vaya a llevar al carajo. Tema que ya he tratado aquí.

No sé ustedes pero mi primaria, secundaria y preparatoria han sido un constante escupidero de información a lo loco. Las clases y los exámenes están diseñados para que los alumnos se memoricen todo y vayan a escribir lo que memorizaron la noche anterior, muy pocos entendían un carajo pero no importaba una mierda. 

¿Que cómo pasé la preparatoria?

El primer día que me encontré con un examen abierto en la universidad me quería morir, venía de una secundaria y preparatoria que siempre hacía exámenes de opción múltiple, la palabra "argumentación" no estaba en mi diccionario. A veces me pregunto si esa forma de educar a la gente no hace que uno quiera dejar la escuela, nuestros sistemas educativos no nos hacen interesarnos por nada. La mayoría de las personas que escogen una carrera no es por una verdadera vocación, sus criterios de elección son el hecho de que la carrera no tenga matemáticas o que simplemente tenga buen campo laboral. 

Por esa razón nos encontramos con chingos de psicólogos y gente de empresariales que muy por dentro no se sienten seguros de querer seguir ahí. Compartimos imágenes de unos cuantos que ganaron la olimpiada de matemáticas mientras que el grueso de los estudiantes de este país apenas aprueba; no es por ser malinchista, pero importa más que la mayoría de los estudiantes sepan matemáticas que tener sólo a un puñado de muchachos que ganaron una olimpiada -que eso no quita que sean brillantes-.

Y peor, que se vayan a ir de aquí porque al gobierno no se
le ocurre gastar en cultura y educación ni por pinche error.

El problema de fondo no es que los estudiantes mexicanos no sean buenos en matemáticas, sino que no son buenos en nada -no todos, pero sí muchísimos-. Si no hay una buena educación de base no podemos tener a buenos licenciados e ingenieros, primero porque casi nadie va a terminar una carrera. No sé, quería compartir mis impresiones con vosotros ¡Hasta otra grumetes! *drop mic*

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