En los noviazgos algunos tenemos la gran desgracia de encontrarnos con una novia lastre, esa personita con la que nunca debiste aceptar o tan si quiera plantearte formar una relación. Mi primer novia fue la novia lastre; tal vez con eso ya se haya identificado, si es que lee esto, creo que no.
El punto es, esta mujer es odiosa, indeciblemente odiosa. Cierto día le conté de una chica que me traía loco; era verdad, pero lo hacía para joderla. Ella me insistió mil veces que el enamoramiento es algo químico que viene de las hormonas y sólo dura no se cuantos meses.
Otro día la misma mujer me contó que su relación es una verga y que de verdad se siente enamorada, bueno, supongo que el amor no es algo del todo químico... pendeja.
Apoyo a la ciencia, sin embargo siempre he estado en contra de aquellos científicos que se atreven a ir más allá de lo que su propia ciencia puede explicar (o de aquellos que le creen a esos científicos). Se aventuran a tocar terrenos a los que no tienen ningún puto derecho. Una vez allí, creen que han llegado a la cima, que su ciencia es omniabarcante y que todo se reduce a lo que ellos han descubierto. Por favor no lo pinches hagan.
Una de las primeras cosas que quiero aclarar es que yo no vengo a decirle a la gente cómo vivir su propio amor. Simplemente vengo a exponerles mi postura al respecto, allá vosotros y lo que hagaís de vuestras vidas. Difiero de dos puntos, por lo menos ahora. El primero: aquel que dice que el amor es simple química, y que irremediablemente se termina; el segundo: el hombre es un animal polígamo por naturaleza. Ambos a mi parecer tienen una respuesta similar.
No vengo a negar lo que la ciencia ha descubierto. Es verdad, las hormonas son las que provocan que nosotros nos enamoremos, y es verdad también que somos polígamos por naturaleza. Sin embargo, quienes afirman sólo eso se han quedado muy pobres en su explicación: se han olvidado de lo que somos como especie, de lo que nos identifica como seres humanos.
El ser humano es un animal, sí, pero no es sólo eso. El caballo tiene ganas de comer, va a comer; tiene ganas de cagar, va a cagar; le llega el momento de reproducirse, se reproduce; el caballo vive apegado a sus sentidos. El hombre, en cambio, si quiere comer, espera a que sea la hora de comer; si quiere cagar, se aguanta hasta encontrar un baño; el hombre tiene etapas donde su apetito sexual se incrementa, pero no va a follarse a la primera persona que se encuentra.
El hombre es naturaleza y química, sí, pero no sólo eso. Si vamos a empezar a ser polígamos ¿Por qué no también nos deshacemos de los aviones? El hombre no debe volar por naturaleza ¿O sí? También podríamos empezar cagar en el bosque ¿no? Y ni se diga de la gastronomía ¿Quién dijo que cocinar es natural? Pendejos...
No quiero afirmar que en los animales no hay sentimientos, porque no lo sé del todo. Pero nosotros como humanos ejercemos muchas acciones que ejercen los animales de manera distinta, como el comer o el dormir. Cuando uno de los nuestros fallece, somos los únicos en honrar al fallecido.
El amor funciona igual. Podemos sobreponernos a las hormonas porque no somo sólo animalitos. Podemos sobreponernos a nuestra naturaleza poligámica porque no somos sólo naturaleza. Es por eso que el amor es algo bello, porque nosotros hemos ido más allá del apetito sexual y de la atracción, porque en el amor contemplamos algo eterno (Claro, cuando es de verdad).
Cada quién es libre de elegir el modo en que ejerce el amor y la sexualidad. No vengo a decir que una forma de ver el amor es mejor que otra, no soy juez de nadie. Simplemente vengo a cerrarle el hocico a quienes encapsulan todo en hormonas y naturaleza.
Es verdad que la ciencia avanza a pasos agigantados. Pero no debemos olvidar que aún le queda mucho por descubrir si quiere posicionarse en la cima. Esto es lo que juzgo como verdadero, ustedes sabrán si estoy en lo correcto o si estoy re pendejo ¡Hasta otra grumetes!
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Yep, era de esas...
El punto es, esta mujer es odiosa, indeciblemente odiosa. Cierto día le conté de una chica que me traía loco; era verdad, pero lo hacía para joderla. Ella me insistió mil veces que el enamoramiento es algo químico que viene de las hormonas y sólo dura no se cuantos meses.
¡Eso es lo que pienso de tu pinche química!
Otro día la misma mujer me contó que su relación es una verga y que de verdad se siente enamorada, bueno, supongo que el amor no es algo del todo químico... pendeja.
¿Sabes qué caduca?...
Apoyo a la ciencia, sin embargo siempre he estado en contra de aquellos científicos que se atreven a ir más allá de lo que su propia ciencia puede explicar (o de aquellos que le creen a esos científicos). Se aventuran a tocar terrenos a los que no tienen ningún puto derecho. Una vez allí, creen que han llegado a la cima, que su ciencia es omniabarcante y que todo se reduce a lo que ellos han descubierto. Por favor no lo pinches hagan.
¿Vas a empezar de cursi JP el Pirata? La verdad es que sí,
y me vale una hectárea de verga que crean que soy un mariquita.
Una de las primeras cosas que quiero aclarar es que yo no vengo a decirle a la gente cómo vivir su propio amor. Simplemente vengo a exponerles mi postura al respecto, allá vosotros y lo que hagaís de vuestras vidas. Difiero de dos puntos, por lo menos ahora. El primero: aquel que dice que el amor es simple química, y que irremediablemente se termina; el segundo: el hombre es un animal polígamo por naturaleza. Ambos a mi parecer tienen una respuesta similar.
No vengo a negar lo que la ciencia ha descubierto. Es verdad, las hormonas son las que provocan que nosotros nos enamoremos, y es verdad también que somos polígamos por naturaleza. Sin embargo, quienes afirman sólo eso se han quedado muy pobres en su explicación: se han olvidado de lo que somos como especie, de lo que nos identifica como seres humanos.
El ser humano es un animal, sí, pero no es sólo eso. El caballo tiene ganas de comer, va a comer; tiene ganas de cagar, va a cagar; le llega el momento de reproducirse, se reproduce; el caballo vive apegado a sus sentidos. El hombre, en cambio, si quiere comer, espera a que sea la hora de comer; si quiere cagar, se aguanta hasta encontrar un baño; el hombre tiene etapas donde su apetito sexual se incrementa, pero no va a follarse a la primera persona que se encuentra.
El hombre es naturaleza y química, sí, pero no sólo eso. Si vamos a empezar a ser polígamos ¿Por qué no también nos deshacemos de los aviones? El hombre no debe volar por naturaleza ¿O sí? También podríamos empezar cagar en el bosque ¿no? Y ni se diga de la gastronomía ¿Quién dijo que cocinar es natural? Pendejos...
Podemos volver a las cavernas, y si no es suficiente, a los monos.
No quiero afirmar que en los animales no hay sentimientos, porque no lo sé del todo. Pero nosotros como humanos ejercemos muchas acciones que ejercen los animales de manera distinta, como el comer o el dormir. Cuando uno de los nuestros fallece, somos los únicos en honrar al fallecido.
Y no tiene nada que ver totalmente con el matrimonio o alguna religión,
está impreso en nosotros como seres humanos.
El amor funciona igual. Podemos sobreponernos a las hormonas porque no somo sólo animalitos. Podemos sobreponernos a nuestra naturaleza poligámica porque no somos sólo naturaleza. Es por eso que el amor es algo bello, porque nosotros hemos ido más allá del apetito sexual y de la atracción, porque en el amor contemplamos algo eterno (Claro, cuando es de verdad).
Suena súper cursi, pero es verdad madafaka.
Cada quién es libre de elegir el modo en que ejerce el amor y la sexualidad. No vengo a decir que una forma de ver el amor es mejor que otra, no soy juez de nadie. Simplemente vengo a cerrarle el hocico a quienes encapsulan todo en hormonas y naturaleza.
Es verdad que la ciencia avanza a pasos agigantados. Pero no debemos olvidar que aún le queda mucho por descubrir si quiere posicionarse en la cima. Esto es lo que juzgo como verdadero, ustedes sabrán si estoy en lo correcto o si estoy re pendejo ¡Hasta otra grumetes!
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