Soy una persona que no se considera ni con buena ni con mala suerte, sino que simplemente la vida me trata sin grandes repercusiones, ni para bien, ni para mal. Sin embargo, como todas las personas, hay momentos en mi vida en que en verdad me siento un desgraciado, un desafortunado; estos acontecimientos, afortunadamente para mí, no han sido realmente desafortunados, no he perdido mi casa, nunca me ha pasado algo realmente horrible y perturbador; sin embargo no me excento de haber tenido esa sensación en varios momentos de mi vida.
De nuevo me preguntarán ¿A que viene esta vaina? Bueno, cuando era niño, como ustedes sabrán tenía mi Nintendo 64, en fin, pues no me podía dar el lujo de comprar a cada rato juegos nuevos, solamente tenía lo esencial, Banjo Kazooie, Legend of Zelda:Ocarina of time (Creo), y Ridge Racer 64, y bueno, aunque jugué y jugué esos juegos en realidad nunca avanzaba porque era un marica jugando, aparte de que era pésimo; como sea, en ocasiones pedía prestado a mis primos los juegos, de todos ellos, mi favorito siempre fué F-Zero X, me encantaba, las navecitas de carreras, pistas alucinantes, todo eso. Una ocasión, después de tanto rogar por que me prestaran el juego, evidentemente me lo dieron, y me puse a jugarlo un día después de haberlo obtenido; aún maldigo al destino maldito que decidió cobrarselas aquella ocasión, empezaba a jugar y la puta energía eléctrica de mierda se fué.
Al principio pensé inocentemente que esto era pasajero, unos diez minutos y todo volvería a la normalidad, craso error, pasaron fácil dos horas y ya estaba desesperado; y bueno, a pesar de que hay momentos en que el tiempo parece eterno, el tiempo pasa, pasaron dos días sin energía electrica y tuve que devolver el juego sin haberlo jugado ni 10 minutos; nunca más me lo prestaron, pues quedo quién sabe dónde. Maldije a los dioses, grité improperios, creo que en algún punto "pinchee" a Dios (supongo que ese mismo día comence a ser blafemo), estaba fúrico, aunque en ese momento yo fuese un niño.
Pasaron los años y no lo pude volver a jugar hasta que tuve un emulador y me conseguí el rom, tal vez fué uno de los momentos más felices de mi vida. ¿De qué iba F-Zero X? Bueno, era un juego de carreras, pero no cualquier juego de carreras, si bien había juegos parecidos a F-Zero X, con pistas alucinantes y exóticas, ninguno tenía la misma sensación de velocidad y frenetismo que poseía F-Zero X.
Podías elegir entre treinta naves... o coches... vehículos... esas madres, en fin, eran 30; todos se pilotaban igual, simplemente cambiaban un poco de nave a nave, antes de cada carrera podías configurar la relación aceleración/velocidad máxima de tu nave. Muchos detalles de jugabilidad que se pueden notar, pero principalmente lo que más cautiva de este juego es que es rápido en todo sentido, cada carrera no vá más allá de los dos minutos, la sensación de velocidad está ahí, es un conjunto de música, jugabilidad y diseño lo que provoca un ambiente frenético; esto aunado a un conjunto de pistas que realmente queremos ver en un futuro.
Posteriormente sacaron el GX y AX para Arcadias y el Gamecube; pero como he dicho varias veces, no fue lo mismo, sabrá Dios qué le hicieron a esos juegos que no tenían la misma sensación de velocidad, ni tampoco tuvieron las mismas pistas alucinantes y únicas, no sé, simplemente no sentí lo mismo que con F-Zero X. Si quieres probar este mítico juego puedes conseguir algún emulador y bajarte la rom de internet, es muy fácil de conseguir; eso o conseguirte el cartucho y la consola a la vieja escuela... Como sea es un juego que recomiendo bastante, en especial si eres amante de las carreras. Los dejaré con mi canción favorita de el Soundtrack de F-Zero X, se llama Decide in the Eyes, y es el tema de la pista Big Blue ¡Hasta otra grumetes!
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