miércoles, 30 de marzo de 2016

Sobre la Discapacidah

Seis meses de mi vida estuve de servicio social en una biblioteca. Sinceramente, fue una de las temporadas más divertidas de mi vida, y tal vez el único servicio social que realmente disfruté -aún voy como voluntario, pues me siento comprometido a terminar un trabajo que deje pendiente-. En ese periodo de tiempo aprendí muchas cosas sobre los discapacitados.



Por ejemplo, me había quedado con que la manera apropiada de llamarlos era "personas de capacidades diferentes"; y pues ya tiene rato que eso es incorrecto, ahora se les llama concretamente "discapacitados" -Con una chingada, que se decidan de una vez-. Y también uno se entera de cosas que parecen obvias -aunque no para todos- de que a los sordos no les gusta que les digan "sorditos", ni a los ciegos "cieguitos"; esto ocurría en especial con los chavales, pues en casa sus padres les hablaban con frases como "Pobrecito señor está cieguito" y cositas por el estilo.

Siempre que iban las primarias y un niño decía "los cieguitos" le poníamos unos vergazos corregíamos, "no son cieguitos, son ciegos". ¿Por qué? porque no hay una verdadera razón como para llamarle de una manera compasiva, es como decir "ay, pobre weycito", puede encontrarse hasta denigrante, la neta -Cuidadito con que me digan "ay, el miopito (de miope)" porque le meto un palo por la cola (je, mio-pito)-. Muchas veces uno cuida sus palabras con un ciego y evita decir frases tipo "luego nos vemos" o "¿Qué no estás viendo?" -y pues, evidentemente no-; y eso es exagerar porque un ciego con dos dedos de frente entiende que son frases que la gente se dice todo el tiempo, y pues así hablamos.


Este hombre perdió el brazo y es una verdura. 1 like=1 respect.

Pero volvamos a mi etapa como servidor social. El primer día que llegué a la biblioteca llegó un adolescente y dijo "audífonos", a esto, la mujer que se encarga de la biblioteca (llamada Maribel, es chida) le otorgó los mentados audífonos; el muchacho, sin decir palabra alguna, se fue a sentar a una mesa. "Qué pinche mamón, ni para decir por favor y gracias", pensé; sin embargo, no sabía que el muchacho era autista. después platiqué un rato con él, resultó ser un muchacho bastante agradable. Sin embargo, la persona con la que tuve mucho más tiempo para conocerle fue un hombre llamado Carlos.

Carlos hace estadística e intercala en la biblioteca (se encarga de los libros que consultan a diario los usuarios). Carlos es sordo y tiene un retraso; su condición mental -de la que no quiero hablar demasiado, pues no la conozco de una manera exacta- es similar a la de la película Jack, pues aunque se ve como un adulto, en su mente es un niño (claro, él no crece a la velocidad de la luz). Carlos es una persona como cualquier otra; sin embargo no pude conocerlo muy bien, pues él sólo podía comunicarse por medio de señas, lenguaje que yo no intenté aprender debido a que no soy bueno con los idiomas.

El trabajo que se ha invertido en Carlos para que salga adelante y, con el tiempo, pueda ser una persona independiente ha sido enorme. Con el tiempo Carlos aprende a ser responsable, a administrar su dinero y a ser una riata. En algún punto Carlos comenzó a hacerse de confianza, me retacaba las canastas de libros -el muy cabronazo- y él apenas llenaba las suyas; vaya, que se hizo de distintas mañas; es un trabajo larguísimo y en el que se tiene que ser paciente.

Sin embargo, mucha gente no cree que estas personas puedan desarrollarse; muchas familias que se rinden ¿Cuántas veces no hemos escuchado la frase "Pobrecito, si sus padres se mueren él está perdido"? El peor error que comete alguien con un discapacitado es el de subestimar sus capacidades por el simple hecho de tener desventaja, el error de creer que tenemos que ser excesivamente delicados y considerados.


Al Carlos siempre le hacía chistes de
"Nunca me oyes, así no se puede" y weas así.

Creemos que debemos ser especialmente compasivos y no es lo mejor; muchos luchadores de causas sociales caen en este error (como las feminazis, pero el tema de la igualdad y la conveniencia será tratado luego) que quieren aislar a ciertos sectores y darles un trato especial, y eso, perjudica a estas personas en vez de ayudarlas. Hay que dejar de lado esa postura ante los discapacitados de "pobre weycito" e integrarlos a nuestra sociedad como nuestros iguales. Entiendo que estas personas son y necesitan un trato especial, pero no podemos aislarlos como si no fueran personas, como si no pudieran valerse por sí mismos ¿O ustedes que piensan? ¡Hasta otra grumetes!

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miércoles, 9 de marzo de 2016

Sobre la Responsabilidad Moral.

Hace algunos días Di Caprio recibió el Oscar, cosa que las redes sociales se encargaron de explotar hasta en la sopa, y en México se hizo viral un evento llamado "Si Di Caprio gana el Oscar, nos vamos al Ángel". La verdad es que muchas personas se lo tomaron a guasa y pues casi nadie fue -como el otrora evento "Peda en el Oxxo". Con todo y todo, hubo personas que salieron a decir que en 1995 Di Caprio dijo que prefería besar a un cerdo que una mexicana.  

"Podemos ir a mi casa a besar unos cerdos".

Hubo muchas quejas de chairos, puesto que nunca falta el amargado que sale con sus frasecitas de "Me dueles México" y "Por eso estamos como estamos", siendo que al Ángel sólo fueron no más de 1000 personas lo que ni a ostias alcanza el 1% de la población de la ahora llamada Ciudad de México; pero bueno, de esos mamadores me acabo de encargar en dos líneas. Quisiera centrarme en lo que -se supone- dijo Di Caprio hace más o menos 20 años.

El Hoax ha sucedido toda la vida.

Muchas veces hemos escuchado que matan a la gente en redes sociales (la verdad es que no me sentiré completo hasta que se difunda por twitter mi falsa muerte), ultimamente se dijo que Polo Polo había desaparecido, y... pues no; sin embargo, los llamados hoax -en español "bulo", noticia falsa-, siempre han sucedido: a veces sin quererlo, como en 1938, cuando Orson Welles narró La Guerra de los Mundos a modo de dramatización en el radio y hubo gente que se lo creyó a tal punto que hubo suicidios; otras veces para manchar la imagen de una persona, como sucedió con Di Caprio y Tommy Hilfiger -al que le inventaron que prefería tirar la ropa a los cerdos (qué fetiche con los cerdos) a que los asiáticos, negros, latinos, etc. usaran la ropa de su marca-; otras veces simplemente es un malentendido, como lo que sucedió cuando Robert Downey Jr. respondió a Iñárritu.


Antes he escrito un artículo sobre la fama y lo que ésta conllevaría en caso de yo ser famoso. Ser famoso, a mi consideración, es algo muy jodido; y lo es porque tendría uno que estar siempre a las vergas de lo que hace y lo que dice -en esta era moderna incluso hay que cuidarse sin ser famoso, porque si a uno lo graban haciendo una escenita, podría hacerse viral en redes sociales (qué oso)-. Si un famoso no da una declaración lo suficientemente concisa se le puede malinterpretar (y eso a la gente le encanta); si mete la pata, como hizo Mel Gibson con los judíos, se lo comen vivo. 

¿Tiene una responsabilidad añadida el ser famoso? ¿Por qué Justin Bieber no puede ir haciendo el gilipollas sin que en todos lados le hagan un escándalo? Digo, no es ni el primero ni el último que hace un graffiti y sale impune. Claro, el Justin tiene seguidores y es muy posible que sus faneses hagan las pendejadas que hace su ídolo ¿no? Es tan fácil culpar a un tipín por la falta de educación -o la estupidez- de sus seguidores; aquí aplica la típica frase "¿Y que? ¿Si tu ídolo se vuela los sesos con una escopeta tú vas a hacer lo mismo?



Hace falta que la sociedad deje de hacer tanto mame por lo que hacen o dicen los famosos, pues ellos como nosotros son personas. Sí, ya sé que es obvio, pero no parece, vemos a la gente famosa como personas que tienen que ser infalibles. Si nos hacemos llamar "de mente abierta", debemos de comenzar a tomar lo que dice y hace la gente famosa como lo que son, actos de un humano; todos cometemos errores, todos tenemos posturas erróneas, y todos podemos cambiar. No podemos condenar eternamente a los famosos por hacer pendejadas, porque también nosotros las hacemos. ¿O no dijo Yisus "Quien esté libre de pecado, que lanze el primer plomazo"? Se los dejo de tarea ¡Hasta otra grumetes!

Sin embargo... ¿Ocurre lo mismo con los políticos? jum... eso da para otro artículo.

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jueves, 3 de marzo de 2016

Sobre la Censura Mierdosa.

El día de ayer dí un paseo con mi madre en el auto. Sonaba Radio-Disney (antes Digital 99.3) en la radio -duh- y en algún punto del recorrido comenzó la canción de Lean On -por Major Lazer y la mujer que se mueve como lagartija-; de repente escucho algo parecido a esto: "Blow a Kiss, sensensun" y por supuesto me pregunté qué cojones acababa de suceder. Y no, la mujer lagartija no estaba ebria, ni la radio no estaba hecha mierda: las palabras "fire a gun" habían sido censuradas.

También me gusta la de Watch Out For this.

Neta ¿Qué pinche pedo? Ok, entiendo las groserías, más o menos; pero... ¿"Dispara un arma"? ¡¿Eso qué?! *suspiro* ¿De quién es culpa? ¿De Radio-Disney? no lo creo... echemos una mirada a nuestra sociedad. Cuando de niños se trata, ahora tenemos que protegerlos de todo, si fuera niño ahora me tiraría a un pozo del puto aburrimiento. Ya ningún contenido puede hacerse sin pensar en que podamos herir "susceptibilidades".



Y no sólo es Radio-Disney ¿Recuerdan el primer juego de Pokémon, nuestro rival Blue? Ese tipo nos trataba del culo, nos decía cosas hirientes y además se mofaba de nosotros, era todo un dick; sin embargo, si lo comparamos con nuestros "rivales" de los últimos juegos son una bola de pussies. Ahora bien, esto no sólo pasa con los niños, ya nada puede hacerse sin que cuidemos "herir susceptibilidades" (joder qué palabrota). Con el reciente estreno de Fire Emblem: Fates (al cual pienso hacerle una reseña, si es que lo termino) se le retiró una escena de tinte homosexual -además de algunas mecánicas-.


Claro, porque ahora todos tienen que ser buenos y condescendientes
¿No?

El punto es: hemos llegado al punto en que muchas obras son censuradas y por tanto incompletas porque ya cualquier cosa puede ser hiriente. Esto de donde se vea es algo absurdo y en cierto modo malo. Estamos mochando al arte sólo porque hay gente que se puede ofender (y a veces ni eso) -Vale, que aunque Lean On no sea la mejor obra de arte no significa que no sea arte-. Al rato vamos a escuchar I kissed a boy de Katy Perry porque la homosexualidad es muy polémica. Mi punto es: estamos censurando todo y convirtiéndonos en una sociedad que no puede crear cosas sin que un sector de la población se encabrone.

Ahora bien, si van a seguir mochando a las canciones, consigan a alguien que le sepa al Youtube Poop y que no haga que parezca que los cantantes parezcan retrasados ebrios -nótese cómo me auto-censuré para que no me vengan con mamadas de que los retrasados son personas y no sé que madres (y sé que lo son, carajo)-. Equis, extraño los días en que Elefante hacía una versión para radio que decía "tostada" en lugar de "chingada".

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Recuerdo cuando las estaciones de radio
le jugaban al vergas y ponían esta canción, pero no se escuchaba ni mergas 
de tanta censura que tenía.