Nota: el presente artículo es escrito por un tipín chilango-mexiquense.
Toma en cuenta que si eres de otro país o estado es probable que en donde
vives no haya ciertas bebidas aquí expuestas, o viceversa.
Se dice que en Rusia la gente desconfía de las cosas baratas. No sé si sea un pensamiento muy arraigado sólo en esas tierras o si ese pensamiento lo compartamos muchas personas de otros países. En México ocurre muchas veces lo contrario, muchos siempre queremos ahorrar lo posible en muchas cosas; sin embargo, ocurre que cada quién lo hace de manera distinta. Daré un ejemplo: a mis padres les encanta pagar la millonada en los restaurantes, nunca escatiman en gastos; sin embargo, si de cortarse el pelo se trata, no se encuentran dispuestos a pagar más de 80 pesos -y me critican cuando pago más de 100 pesos por un corte-. Por mi parte, yo prefiero invertir poco más de 200 pesos por un corte que voy a aprovechar un par de meses y no en algo que me voy a terminar en media hora.
Nuestro invitado de la noche/tarde/lapinchehoraquesea.
Sin embargo, si hay algo en lo que la mayoría de los mexicanos coincidimos es en la desconfianza por las bebidas alcohólicas baratas. Un panalito de Tonayán es señal de peligro -y varias fuentes me confirman que de hecho es peligroso-. Con esta serie de Blogs (que no sacaré con frecuencia, porque no soy alcohólico y no es tan fácil encontrarlos) vamos a descubrir si estamos o no en lo correcto al estigmatizar estas bebidas como tales; y, de paso, serviros como conejillo de indias y guía, para cuando quieran armar la peda con poco dinero. Y el chupe barato que abre esta sección, no es nada más ni nada menos que la Charanda El Tarasco Reposado.
La charanda es una bebida destilada hecha a base de caña, con un sabor y color un poco similar al ron -bueno de hecho podría catalogarse como ron-; producida exclusivamente en Michoacán. En 2003 se le dió a la charanda la denominación de origen y ninguna bebida de caña puede ser llamada como tal si no se fabrica dentro de Michoacán. Como en el ron, se produce charanda blanca, reposada y -hasta donde he visto- añeja. En la ahora llamada CDMX la charanda puede comprarse en la tienda Ultramarinos Coliseo -Calle Madero #40, col. Centro- por el módico precio de 50 pesos (y 175 según recuerdo por la añeja).
Conocí a la charanda gracias a mi tía, en un viaje por Michoacán compró una botella. En su momento no la tomé porque era un chaval que aún se comía los mocos; sin embargo, actualmente es una bebida que suelo tomar con cierta frecuencia.
Foto tomada por su servilleta.
En el caso de la charanda El Tarasco Reposado nos encontramos con una botella con un diseño increíble y bien hecho; me encanta su diseño y el detalle de poner una mascarita de madera en las botellas. Incluye una tapita de seguridad e incluso un dosificador. El aspecto y diseño de la botella realmente sobresale entre otras botellas, sinceramente está súper currado.
Al abrir la botella se percibe un olor un tanto penetrante. Al servirlo se puede ver un líquido ligeramente espeso, de un color café claro, como cualquier ron. Si se sirve derecho, el sabor es fuerte pero bastante aguantable, de un sabor intenso y dulce a la vez; incluso, creo saborear la madera en cada trago. Tiene un sabor excelente, no es desagradable ni en exceso fuerte; puede uno agarrarle el gusto fácilmente.
En el internet se dice que la charanda tiene una alta disposición a ser mezclada; sin embargo, me imagino que se refieren más a la charanda blanca -la que trataré más adelante-, pues el reposado parece ser más como un ron; altamente mezclable con refresco de cola, agua mineral y limón. También la he probado con Sidral Mundet y es una puta delicia, es una mezcla que hallé muy equilibrada. Es más, si podéis conseguir sidra de Zacatlán, estimo yo que el resultado de mezclarla con charanda será glorioso. -agrego una tabla de posibles mezcladores aquí abajito-
En conclusión, la charanda es una bebida excelente. Su precio es realmente competitivo, y su calidad supera con creces a rones más caros y piteros como el Antillano; además, ahora que la gente está mamando excesivamente con el mezcal, la charanda es una bebida de muchísima calidad y 100% mexicana. Así que como dice el Peje "¡Bajta de injujsticias!" y démosle a la charanda el lugar que se merece, al lado de los grandes. ¡Hasta otra grumetes!
Lista de Mezcladores.
1. Refresco de cola - Chingón
2. Sidral de manzana - Una jodida delicia
3. Fresca/Squirt - Ni muy muy ni tan tan, meh
1. Refresco de cola - Chingón
2. Sidral de manzana - Una jodida delicia
3. Fresca/Squirt - Ni muy muy ni tan tan, meh