Los Testículos de Jehová

Dos veces en mi vida he interactuado con los llamados "Testigos de Jehová". Ambas veces han sido cuando era un chamaco, aún no me imaginaba que había otras religiones, no del todo. No recuerdo cuál fue primero pero una de ellas fue al salir de la iglesia (sí, iba a la iglesia) había un predicador fuera y estaba diciendo no sé que weas, la verdad es que no estaba poniendo atención, llegó mi padre y me cagoteó por estar escuchando cosas de otra religión, me enojé muchito porque a los 7 años a duras penas sabía que existía la católica.

"Me lleva la chingada, pensé que era la pizza."

Otro día, estaba jugando tan pancho en el jardín de mi casa; de repente, unos Testigos de Jehová salvajes me abordaron y me hablaron de no sé que weas. Mi madre se acerco y me cagó de nuevo por recibir papeles de los Testigos de Jehová y no haberles prendido fuego "a esos pinches hijos de su putísima madre" -Eso dijo mi madre... ok no-. No sé que esperaban mis padres que hiciera un niño con menos de ocho años frente a esas situaciones, pero bueh, al menos aprendí que debía mantenerme lejos de ellos para que mis padres no me regañaran.

-Están tocando los testículos de Jehová.

-Son "testigos", no "testículos".

-Són "testículos", porque a huevo quieren entrar.

Desde aquel momento siempre miro desde lejos a los Testigos, de puerta en puerta esperando a que alguien les abra. Siempre he querido joder a alguno pero no sé, no soy una persona que se le de muy bien el pleito. Simplemente hago como todos, hago como que no estoy en la casa. Mi abuelita sí les dice "¡Aquí somos católicos! ¡Malditos herejes!" pero bueno, mi abuelita es cabrona, no es como los demás que sólo nos quedamos inmóviles cuando tocan la puerta.

Pinche testiga pecadora, todos hacemos el mal alguna vez en la vida.

Bien dice mi abuelita que los que dicen que no pecan, pecan dos veces.

Es como aquella escena del Señor de los Anillos donde los hobbits deben esconderse a un lado del camino para que los Nazgul no los encontraran. Un día mis padres y yo nos quedamos inmóviles en la cocina para que no vieran que estábamos ahí. Y es que sabes que nada más vas a perder el tiempo con un enorme chorote de que Jehová y los testigos y que la palabra del Jehová, que "Atestíguame ésta", que las transfusiones de sangre...

O sea no está tan cabrón, pero está cabrón.

Ah, porque aparte los cabrones no aceptan las transfusiones de sangre, y en la página dice -cito- "Hoy los cirujanos suelen realizar intervenciones complejas sin transfusiones. Los pacientes que no aceptan transfusiones se recuperan igual o mejor que quienes sí las aceptan, aun en el caso de los niños. De todos modos, nadie puede asegurar que un paciente morirá si no recibe sangre ni que sobrevivirá si la recibe"[1]. Ah, ok; pero me imagino que entonces los Testigos no se accidentan, porque si alguien se accidenta se le suele salir la sangre, sangre que debe de recuperar porque sino se pinche muere. Fucking Assholes.

Contra-argumento chingón: Estos morros tomaron la sangre de cristo.

¡BUM PERRA!

Supongo que la próxima vez les sacaré esto de la sangre, posoyé, no vaya siendo... es curioso que sectas tan bizarras como esta existan en pleno siglo XXI. Ah, porque no es sólo eso, hay mucho más material del que podemos asombrarnos respecto de estas personas. No sé, tal vez un día que me sienta chistosito les habrá la puerta y tal, pero hasta ahora los veré desde la ventana ¡Hasta otra Grumetes!

[1] Fuente de los testigos de Jehová

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La Vida sin Ética es una Mier%#

Mis padres suelen preguntarme qué han hecho mis amigos al salir de la carrera. Y aunque tengo amigos de todas las carreras, mis padres están particularmente interesados en los egresados de filosofía. Una de esas veces les conté que una amiga mía había elegido estudiar una maestría en ética. Mi padre preguntó con cierto atisbo de sarcasmo "¿Para qué sirve la ética en la vida?", intenté responder, pero mis padres creen que lo que digo (y estudio) son pachequeces y les valió pa' pura verga lo que les dije. Por eso es que escribo este pequeño artículo.

Que mejor que una frase mamadora para iniciar.

Somos herederos de un mundo donde la practicidad lo es todo. Es extraño, porque no significa que de verdad lo material nos domine en todos los aspectos de la vida. Lo que sucede es que la idea de éxito se reduce totalmente a lo material. El ideal de vida se ha volcado a lo material casi en su totalidad. Alguien ha sido exitoso por el simple hecho de que puede darse lujos. Y esto se ve desde que el padre le pregunta al hijo si de esa carrera hay campo de trabajo o si sus egresados ganan bien. 

Epicuro te ordena que le entres a la ética.

La misma educación es un asco en materias de ética y valores o filosofía porque se cree que no sirven para nada. Y eso se ha arraigado en lo más profundo de la cultura de este país. Las consecuencias saltan a la vista: los oficinistas o Godínez (claros ejemplos de la falta de ética en éste país) son máquinas sin alma, trabajan toda la pinche semana y beben los fines de semana; no están interesados más que en aquello que les hará ganar más dinero, no aspiran a ser mejores personas. 

Los Godínez cuando ya llevan un año haciendo la misma wea.

Todo esto es un problemón porque tenemos a muchas personas que no tienen la brújula marcada, no saben qué carajos quieren hacer en la vida. La gente no hace las cosas porque de verdad las quiera realmente, sino porque es lo que les han inculcado o porque los demás lo hacen -Un claro ejemplo de esto es el matrimonio-. Se creen que todo en el mundo es blanco o negro, o sea totalmente bueno o totalmente malo; pero casi siempre no es asi, muchas veces las acciones tienen consecuencias buenas y malas a la vez.

El mundo no es ni blanco ni negro, sino todo lo contrario.

¿Qué se debería hacer? Primero que nada recordar que la calidad de vida no depende de los lujos que podamos pagar, sino que es un todo. El estudiar un poquito de ética nos ayuda a entender un poco mejor lo que es vivir plenamente, y algunos métodos que te permitiran llevar una filosofía de vida, y sobre todo, a hacer frente a decisiones complicadas. Pero OJO, una cosa es la ética y otra son los libros mamadores de superación personal no la caguen por favor. Así que... ¡Qué esperan! en internet hay mucha información de la que pueden empaparse, si no hace falta desempolvar los viejos libros, anda, te va a hacer bien pinche feliz ¡Hasta otra grumetes!

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Street Fighter

Como un usuario frecuente del metro, es normal encontrarse a veces con gente que comienza una pelea. Las razones pueden ser variadas, aunque la más común es que uno empujó al otro. Todo comienza con uno diciéndole al otro que tenga cuidado cuando camina "Fíjate por donde caminas pendejo, no mames", luego el que sigue le responde con "¡Pus no te quitas wey!". Después de eso se procede a las mentadas de madre y demás, todos voltean indiscretamente a ver lo que está sucediendo. 

Esto debió terminarse en el ring-out.

Después de las mentadas de madre viene la parte interesante: uno propone que se bajen del metrobús (o metro) a pelearse. Al final nunca nadie se ha bajado para nada, simplemente ambos dejan de hablarse y se echan miradas de odio. Me pregunto qué pasaría si un día de verdad dos individuos se bajaran a pelearse. Digo, primero -como los amantes- deben de buscar un espacio donde no los interrumpan en su actividad; estaría chido pelearse en la estación, pero a diferencia de los videojuegos aquí los arrestarían. 

Sería más divertido que organizaran una reta de

King Of Fighter o uno de esos.

¿Qué harían en el camino? ¿Mentarse la madre? ¿Publicar su próxima pelea en Facebook? ¿Platicar? No sé, me pregunto si pasa que uno le dice al otro "¿Cree usted caballero que esta es una buena calle para partirnos la madre?". Son cosas que la gente no se pone a pensar cuando propone una pelea callejera en un altercado. A propósito, suponiendo que ya encontraron un buen lugar y todo ¿Cuando termina la pelea? ¿Cuando uno sangra o cuando uno está tirado en el piso medio muerto? Son muchas cosas a considerar cuando uno decide que va pelearse a golpes. 

Deberían rentar rings para irse a pelear a gusto.

Siendo sincero nunca me he visto envuelto en una pelea callejera, es más, muy pocas veces me he peleado de niño, más veces han sido de juego. Las dos veces que alguien me ha echado pleito fue un completo fail: un viejito que tiraba cabezazos a la nada y un godinez que me empezó a tirar pleito cuando ya habían cerrado las puertas del metrobús -él adentro y yo afuera-. Sería más divertido (y viable) que en vez de una pelea la gente arreglara las cosas con un duelo de Yu-Gi-Oh o con Beyblades. 

¡Me empujaste pendejo! ¡Prepárate para el du-du-du-du-duelo!

Respecto a la violencia, soy una persona bastante voluble. Siempre busco verme como alguien intimidante ante los desconocidos; no me gustaría pelear nunca pero cuando deba hacerlo lo haré con todo lo que tenga a la mano. Sin embargo siempre he pensado que lo mejor es un par de disculpas y ya, todos felices, pero donde no alcanza la palabra o la pluma, siempre alcanzará la espada ¡Hasta otra grumetes!

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El Tren del Mame

-Ave María purísima

-Sin mame concebida

Podría decirce que el mame es una jactancia respecto de algo. Por ejemplo: un día se me encuentra hablando con mis amigos y uno de ellos se refiere a Rammstein como metal, entonces yo -uno de los más grandes fans de Rammstein en el mundo- corrijo agresivamente a mi interlocutor "Que no, que no es metal, que es específicamente Tanzmetall"; entonces todos me miran con cara de "éste es un mamador de los grandes". El mamador es esa personita que no puede dejar de hacer todas estas jactancias en ningún momento. 

No sé a quién se le ocurre ponerle "Mamador" al aceite.

Yo creo que mi flaca ya está harta de comer sushi conmigo porque en ese momento me transformo en el maquinista del tren del mame. O sea la pobre primero se sacrifica porque pues no es su comida preferida, lo hace porque el otako de su novio JP el Pirata se cree japonés a pesar de que es más mexicano que el nopal -eso sí, tengo como mi lonjilla japonesa-, y luego tiene que aguantar mis constantes mames respecto a la comida japonesa. 

Definitivamente tengo panza de japonés.

Todo porque al pendejo de JP se le olvida que se encuentra en México y que a todo mundo le vale un soberano pepino cómo coño te comas el maldito sushi; es más, podrías ponerle guacamole al Yakimeshi y a la gente le importa un huevo. ¡Pero no! Debo de estar fregando a la flaca con que no le ponga tanta soya a las cosas, que si ha remojao en exceso el rollo, que el rollo se debe comer de un bocado, que no puede agarrar el palito y clavarlo en medio del rollo como brocheta para comerlo... etc, etc, etc. Prometo que te dejaré de ahora en adelante comer el sushi como quieras, flaca (Excepto cuando vayamos a Japón, que ahí sí se envergan por todo, bola de mamadores). ^^

Éstos grupos musicales han generado una enorme cantidad de mamadores.

Sin embargo, los mamadores también se presentan como posers. Un gran ejemplo son estos weyes que se creen rancheros sólo porque escuchan al Komander y compañía. Los tipines en su puta vida han puesto una pata en un establo, viven en una ciudad, no son ni siquiera del norte; pero eso sí, andan con su "troca alterada" y el Buchanan's (porque en las canciones de banda no sale otro pinche Whisky -Al menos en Extasis son más creativos y mencionan a la Black Label-). O aquellos que escucharon a los Ángeles Azules hasta después de que sacaron su disco con la sinfónica, pero antes no porque "ash qué naco goeee".

El vegano es el mamador más pusilánime del universo.

A pesar de ser tan duro con el mame, debo de aceptar que es divertido "hacerle a la mamada". Y hasta cierto punto el mame es necesario para nuestra autoestima, nos da confianza y nos hace sentir mejor. Sin embargo en exceso es molesto, el mame puede hacer que pierdas amistades y hasta la propia familia. Por favor no sean maquinistas del tren del mame ¡Hasta otra grumetes!

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El Gusto Culposo

El artículo más visitado en todo el Navío de JP el Pirata es "Los Buenos Modales". En dicho artículo se refiere a la Teoría del Gusto, que surge cerca del siglo XVII donde la humanidad entra en su etapa más mamadora. Dicha teoría buscaba solucionar una de las problemáticas más grandes del arte: el hecho de que a X persona le parezca bella una obra y que a W le parezca una basura. La Teoría del Gusto afirmaba que si educabamos correctamente a una persona en su gusto, se resolvería definitivamente el problema mencionado. 

Hay quien considera este vídeo como bello.

O sea que, si una persona estaba educada debidamente, podría distinguir con facilidad lo que es bello de lo que no es bello. Sin embargo, la verdad es que la Teoría del Gusto no resolvió un carajo, pues a fin de cuentas el gusto es subjetivo. Si a un experto en música no le gusta el industrial-rap-black-trash metal, por más que sea un buen metal, simplemente no podrá apreciarlo como bello porque no le gusta.

El metal no es para todos.

Es en este punto donde hallamos un punto débil: la belleza no depende entonces en lo bien hecho que se encuentre algo solamente; y esto significa que la subjetividad ha ganado un punto, y que es un conjunto de cosas donde también el sujeto está involucrado. Todo esto significa que hemos vuelto al principio: no sabemos qué es la belleza y muy probablemente esté mucho más ligada a nuestras preferencias.

Eso es un gusto culposo.

A pesar de que se ha refutado a la Teoría del Gusto, dicha teoría ha dejado mella en nuestra cultura. Aún vivimos en una sociedad donde el "buen gusto" y los llamados "modales" forman parte del valor de una persona. Es por ello que la gente peca de mentirosa. Muchas personas quieren presumir siempre de tener un buen gusto cuando la verdad es que tal cosa no es verdad.

Sabes que te gusta, aunque estén todos viejos ya.

Hay cosas que nos gustan a todos pero que no quisiéramos que nos gustaran; y no sólo en la música, sino en tódos los ámbitos: desde la comida hasta los mismos libros. Y es que por más mala que sea la música de Arjona, tarareo sus canciones cuando salen en el radio; por más falsedades y tonterías que digan los libros de Rius, me divierte bastante leerlo; por más feas que me parezcan las canciones de banda, ahí me ven cantándolas a todo pulmón cuando ando ultra-pedo; y por más que sea comida chatarra, me encanta el McÑongas. Todos tenemos gustos culposos, y no podemos evitarlo, nos gusta y ya.

Y Ronald sabe que te encanta ¡¡¡¡¡UOOOOOO!!!!!!.

Hay quienes son desvergonzados y les da igual lo que piense la gente de sus gustos, lo cual es mucho mejor que la cuerda de mamadores que presumen de tener un gusto refinadísimo. Así que bajaros del tren del mame y aceptémoslo, tenemos gustos culposos, y no podemos evitarlo ¡Hasta otra grumetes! 

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La Aventura del Encamino

El mundo no lo ha notado pero dejé de publicar entradas por tres semanas. Las personas que me conocen creerán que he estado explorando lo que viene siendo "La Paja", pero por una sola vez en la vida, estaís muy equivocados. Cierto día en mi bandeja de entrada encontré algunos proyectos de servicio social. Entre ellos, uno que consistía en dar un curso de verano; se veía sencillo, así que le entré.

Está chido el logo.

Siempre fuí reacio a realizar el servicio social, la idea de trabajar de a gratis me da un repelús enorme. Aparte, si lo pienso de una manera odiosa (pero sincera) lo único que me ha dado la sociedad básicamente son rateros que quieren robar mis celulares, un viejito que me quiso madrear porque pensaba que le estaba agarrando las nalgas y un pinche loco que de hecho me agarró las nalgas. Sin embargo, si quería ser llamado "filósofo" propiamente debía hacer el servicio social, y aquí me teneís.

Asistí a un par de juntas donde el primer golpe se vió venir a los pocos minutos: el servicio social era en Santa Fe. Como referencia puedo decirles que si no vives en Santa Fe, irrefutablemente te encontrarás muy lejos de Santa Fe. Posteriormente, nos informaron que debíamos hacer los "Planes de Sesión". Son unos formatos que -en teoría- marcaban las actividades del día. Muchas tardes se consumieron en pensar actividades. Aparte, debíamos darles una comidita a diario, así que también diseñamos los menús para los niños. Sin embargo, todo parecía algo manejable hasta ese punto.

Aristóteles decía que los niños eran inútiles.

Sólo hasta que se volvían adultos podían realmente servir de algo.

Sí, estaba con toda la actitud.

La ubicación del lugar donde se llevaría a cabo el servicio provocó que sólo once voluntarios acudieran al llamado (Gracias, la cantidad de cabrones que se fueron al otro servicio social, muchas gracias... putos). El problema fue que a este curso se inscribieron noventa chamacos. Noventa chamacos para once voluntarios, cuando el año pasado eran treinta chamacos para quince voluntarios. Era como encontrarse en el Halo con los flood y sin balas; en pocas palabras era estar jodido.

Una foto mía con los niños rodeándome para pedirme noséquéweas.

El primer día me sentí como un joven soldado en el desembarco de Normandía. No sabía qué pedo, simplemente estaba seguro de que era una masacre. Una de las primeras cosas que ocurrieron fue que los planes se sesión valieron pa' pura riata. Pensamos que los niños eran como pequeñas máquinas que hacen lo que les ordenas sin impedimentos; pues pensábamos pendejadas. Una actividad que nosotros creímos (inocentemente) que nos tomaría media hora, nos llevó toda la mañana.

De repente cantaron esto a media manualidad, estos niños de ahora.

Los días siguientes no cambiaron ni un poco, hacer que los niños dejarán de gritar y de correr como gallinas sin cabeza por todo el salón llevaba demasiado tiempo. Al tercer día llegué a mi casa y me tumbé en el sillón, a los pocos minutos aluciné a un grupo de niños corriendo hacia mí, se había vuelto una patología mental. 

También cantaban esta cancioncilla muy a menudo.

Bueno eso ya era preocupante.

El primer día de la segunda semana fué un total desastre, los niños ya nos tenían muy bien medidos. Sabían cómo nos movíamos, nuestras técnicas y limitaciones. Un día la masacre fue tal que un chamaco terminó con una espadita de juguete clavada en su oreja, lo más narco-satánico-gore que he visto. Algo recurrente eran niños con sus estéticos "plomerazos", lo que provocó que se dijera en repetidas ocasiones "¡Súbete los pantalones!". Los niños eran unos acusones "¡Maestr@ fulanita me empujo!", era tonto hacerles caso porque nunca encontraban al culpable; pero los peores eran los que te decían "¡Maestra fulanito está escondido ahí!", era como de "Ah, chido.".

Bruscamente, escucho a tres chamachos caguengues cantando esto el último día,

neta qué pedo.

Un día uno de mis compañeritos (un hombre medio intenso que nos pendejaba a todos; o sea no lo juzgo pero vale, una cosa es que uno sea un poco distraido y otra es que te digan "A ver, ponme atención". No te guardo rencores pero te la turbo-mamas cabrón, not-cool bro.) me dice "Wey, canta una canción para que se calmen". Lo primero que pensé fue cantarles Du Hast, tenía la intención de cantar algo pero no sabía qué. Pedirle a un filósofo que cante una canción del tipo "Soy una taza" es como pedirle a Uwe Boll que haga una buena película.

Hubiese sido una bonita canción para cantar con los niños. ^^

El último día puede describirse como algo dantesco. Era menester limpiar los salones y hacer inventario de las cosas de la bodega. Cuando vimos las paredes llenas de manchas negras teníamos dos preguntas ¿Cómo? y ¿Por qué?. En el inventario de la bodega nos aburrimos tanto que empezamos a inventariar "Caja de Cereal Choco Krispis 350 gr. (Sin Cereal)". 

Algo así quedaron las paredes después del curso de verano.

He omitido muchas cosas (como el infame juego "El Chido" o el temido "Gallo, te va caer un susto gallo"), y aún así me ha quedado un artículo enorme. Mis compañeros de trabajo... bueno, si no tengo nada bueno que decir mejor no digo nada... LOL ¡Que no es verdad! Todos y cada uno de ellos hicieron de esta aventura lo más cagado del universo. Y con respecto a los niños, bueno ya no me caen tan mal; hasta hubo un par de niños que de verdad extrañaré demasiado. De ellos tomé mucha más paciencia de la que ya tengo, lo cual es muy cool. Los dejo con una canción que también cantó uno de los niños a media manualidad -Estaría chido hacer un playlist de canciones para hacer manualidades- ¡Hasta Otra Grumetes!

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Mil Formas (Nacas) de Morir

Todos conocemos la definición de la palabra Naco, más que eso, podemos identificar dentro del mundo que nos rodea algunas cosas que pueden definirse como nacas. Por ejemplo, si vemos un microbus con más objetos religiosos que una capilla, y aparte con luces de neón, nuestro instinto natural nos hace señalar aquello como naco. 

Incluso en nacadas, nos ganan los japoneses.

Conocemos en nuestro catálogo de nacadas muchas formas de vivir la vida nacamente. Por ejemplo, una vez en un restaurante ví a una familia que pidió una botella de tequila añejo y lo bebió en paloma -ahora que lo pienso más naco sería beberlo con Coca-, extremadamente naco. O comer los cortes de carne con limón, ultra naco. Y es que es verdad que uno elige cómo quiere vivir su vida y hacer las cosas, pero la realidad es que nada de eso impide que ciertas acciones sean nacas. 

Mi hermana es naca y le echa limón a los cortes.

¡Aleja ese limón de la carne!

Sin embargo; aunque todos conocemos un enorme catálogo de formas nacas de vivir el día a día, la mayoría ignora una de las partes más importantes en la vida de uno: la muerte. Y es que es importante porque es capaz de ser más atractiva de lo hecho en vida. Por ejemplo, no sé qué ostias escribió Esquilo, pero sí sé que murió de un tortugazo en la cabeza. 

¡Headshot!

Si tienes una muerte común, pasará sin pena ni gloria y no se hará más comentario al respecto. Sin embargo, si tienes una muerte peculiar, será lo primero que se comentará en el velorio y en los rosarios consecuentes (en caso de que te den sepulcro católico, si no, pues anda tú a saber qué costumbres hay). Si has muerto como Wladyslaw Raginis -Que se suicidó con una granada y de paso se llevó con él a unos cuantos alemanes- todos comentarán el suceso con extremo respeto. Si has muerto porque has orinado en una reja eléctrificada todo borracho, darás a todos una buena dosis de risa. 

Una muerte por Snu-Snu llama la atención

Sin embargo, si mueres porque el metrobús te ha atropellado, obviamente nadie va a asistir a tu funeral. Tus familiares más cercanos, intentarán hacer tu funeral de la manera más discreta posible para evitar la vergüenza del hecho de que has muerto de una manera extremadamente naca. O de plano te enterrarán en una fosa común y harán como que nunca exististe y te recortarán de cualquier albúm de fotos. 

Causante de numerosas muertes nacas.

Se relata que incluso, a las personas que sufren muertes nacas, sus familiares ni siquiera se atreven a reconocer el cuerpo por pena. Y es que es tan fácil morir de una manera naca que da miedo salir a la calle. Si no te fijas puedes caer por una coladera abierta y morir nacamente; o tu mejor amig@ podría empujarte hacia las vías del metro y deshonrar a las veinte generaciones siguientes. Otras pueden ocurrir por la torpeza del sujeto; por ejemplo, rebalar de las escaleras de la pirámide del sol con el cuarzo recién cargado de energías psicomágicas y romperte la madre es extremadamente naco, más por el cuarzo. Morir por una congestión alcohólica de "Tonayita" es ultra-naco, todavía es pasable con una de "Rancho Escondido" o de "Viuda de Romero". Si caes en el "Revolcadero" del Rollo y te rompes la cabeza, deshonra a tu vaca. 

Es verdad, pero no te pases de verga.

En fin, nótese por la cantidad de ejemplos el hecho de que no es tal difícil morir nacamente. Tómese este artículo como una guía de precaución para evitar pasar a mejor vida de una forma naca. ¡Hasta otra grumetes!

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Morir escuchando "Menea  tu Chapa" es Ultra Naco.